Luigi's Mansion

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Consola: Nintendo GameCube


Introducción

Luigi siempre ha sido un segundón. Su hermano Mario se ha dedicado a hacer mil proezas y a él le ha tocado seguirlo como un fiel escudero, eso sí, sin obtener a cambio más que unas pocas migajas de gloria. Así que cuando recibe una extraña carta en la que se le dice que acaba de ganar en un concurso una solitaria e inmensa mansión, apenas da crédito. ¿Acaso su suerte empieza a cambiar?.

Pero claro, Mario, curioso y lanzado como es, se le adelanta y penetra en la nueva adquisición antes que Luigi. Este acude allí después, muerto de miedo por el tétrico ambiente que reina. Armándose de valor consigue entrar en la casa y en ese momento observa, aterrorizado, una extraña forma ectoplásmica que avanza hacia él con dudosas intenciones. Apenas puede echarse las manos a la cabeza cuando se escucha un clic y un fuerte zumbido. Cuando se atreve a mirar, descubre a tipo bajito, mellado y con unas gafas de culo de vaso luchando, aspiradora en ristre, con el fantasma. Evidentemente, el anciano estrambótico no puede más que distraer al espíritu y tanto él como nuestro acongojado protagonista, salen de allí a la carrera.

El profesor Fesor (como así se llama el tipo extraño que nos ha sacado del atolladero) le explica a Luigi que Mario ha desaparecido en la mansión. Así que al segundo de abordo (como ya ocurriese en aquel remoto juego llamado Mario is missing), tendrá que rescatarlo. Para ayudarle en la búsqueda, el profesor le entrega dos objetos vitales:

El primero es una aspiradora modificada especialmente para atrapar las substancias ectoplasmáticas que pululan libremente por toda la casa: la Sucionaentes 3000. El segundo, una radar especial llamado GameBoy Horror que le permitirá a Luigi localizar todo tipo de objetos, mirar el mapa, ver su inventario, etc. Una vez equipado, nuestro héroe, muerto de miedo, deberá ir en auxilio de su hermano Mario. La gran aventura de Luigi está a punto de comenzar.


Un agradable primer encuentro...

Ponerse a los mandos de Luigi’s Mansión por primera vez es una grata experiencia. El control, como en prácticamente todos los juegos de EAD, está muy depurado y responde a la perfección a lo que el jugador le pide. Si es tu primer contacto con una Gamecube, tal vez te cueste algo más hacerte con los mandos, pero en apenas diez minutos, tomarás por completo el control de la situación.

Aparecerán los primeros fantasmas y los tendrás que paralizar con la luz y "chuparlos" con la aspiradora. El sistema recuerda al de la pesca en el Zelda Ocarina of Time: se trata de un tira y afloja para hacer que el espectro se quede sin energía y lo puedas capturar. Además, con la aspiradora hay que succionar distintos objetos como monedas o perlas para desbloquear nuevos caminos y entrar en nuevas estancias. La verdad es que la primera sensación es la de que nos encontramos ante un muy buen juego...


Las apariencias engañan

Pero tras la primera hora de juego, lo que nos gustaba, comienza a cansarnos. El esquema de "Entra en habitación-acaba con el fantasma- recoge todo los objetos que puedas- encuentra otra sala" se repite continuamente, una y otra vez. Esto hará que a la gran mayoría de jugadores les invada un sopor total. Cierto que hay enemigos especiales repartidos por ahí y en los que para derrotarles hay que usar más la cabeza, pero eso no salva el asunto, ya que suelen ser muy fáciles.

Una vez te dejas de maravillar por la minimalista decoración de la mansión, por los pequeños detalles y las caras y aspavientos de Luigi dejen de hacerte sonreír, jugar resulta bastante pesado. La música empieza a parecerte repetitiva y las ganas de dejar el mando colgado de la silla y de apagar la consola aumentan por momentos. Llevarás unas tres horas de partida más o menos y te parecerán una eternidad. Luigi te ha decepcionado como juego, pensarás.




No apto para todos los jugadores

No obstante, esto no es cierto totalmente. Cuando pases del meridiano del juego (calcula tres horitas y media o cuatro), el planteamiento cambia hacia el puzzle. Las habitaciones empezarán a suponerte un pequeño desafío y la cabeza comenzará a darle vueltas al asunto para resolver el enigma. De un juego muy "arcade", pasamos a otro mucho más de pensar. Es aquí cuando nos encontramos ante la prueba de fuego para el jugador.

Si esta nueva dimensión del juego atrapa al jugador, ya no lo soltará. Cada habitación planteará situaciones más complicadas obligando a devanarnos los sesos en busca de la forma en la que podamos capturar al fantasma de turno. La acción se ralentizará mucho, pero primará la búsqueda de soluciones. Aquellos aficionados a las aventuras gráficas, a los juegos de estrategia o a los puzzles, es muy posible que encuentren Luigi muy divertido, pues se afrontarán un estimulante reto mental en cada habitación.

No obstante, hay que tener muy claro que a la gran mayoría, este cambio les parecerá aun más aburrido que lo anterior. Primero, porque la acción (escasa siempre) pasa a un segundo plano. Y segundo, porque lo de encontrarse en una sala en la que a priori no se tenga ni idea de cómo actuar puede llegar a desconcertarlos totalmente y a terminar de "narcotizarlos", es decir, que caigan definitivamente, en el más absoluto de los sopores.


Gráficos

Como antes se ha mencionado, gráficamente, Luigi sorprende en un primer contacto. Cierto es que no tiene unos gráficos que deslumbren como un Rogue Leader, pero están plagados de bastantes detalles. Todos y cada uno de los objetos de la casa (sillones, mesas, tazas, platos, libros, etc.) pueden ser movidos por Luigi. La interacción con el escenario está muy lograda y nos dará la impresión de que la Mansión está viva (salvando su aspecto de dibujos, claro está). Especial mención a las cortinas, que tienen un movimiento impecable.

Las salas están completamente moldeadas en tres dimensiones, aunque por el punto de vista de la cámara (que apenas se mueve excepto en desplazamientos laterales) hará que dé la sensación de que sean bidimensionales. No obstante, utilizando la GameBoy Horror en su función de vista en primera persona, podremos contemplar el trabajo que han hecho los programadores de EAD. Para facilitar la visión, la pared situada entre Luigi y la cámara se torna transparente, cosa bastante conseguida.

Los efectos de luces, transparencias y efectos ambientales también son espléndidos. Podremos contemplar el haz de la linterna de Luigi atravesando el musculoso pero algo etéreo cuerpo de un gimnasta ectoplasmático (aunque es cierto que también atraviesa paredes y objetos); sentir la presencia de los muertos cuando Luigi exhala bocanadas de vaho o levantar polvaredas al pasar por encima de una vieja alfombra que no había sido limpiada en años (eso sí, el efecto del polvo deja bastante que desear).

No obstante, si se examina con atención, Luigi no es tan bonito como parece a primera vista. Muchas de las texturas poseen una calidad bastante baja, desluciendo muchos enteros este apartado. Esto ocurre especialmente, tal vez por la premura de tiempo con la que fue acabado el juego, en las postrimerías del mismo (el sótano deja bastante que desear en comparación con lugares mucho más cuidados como la cocina o la habitación del bebé).

Por otra parte, hay algo de popping en la generación de los escenarios y el clipping está a la orden del día. Detalles como que el haz de luz atraviese los objetos o que Luigi, cual fantasma, atraviese con alguna parte de su cuerpo la pared hacen que un juego que podría haber sido magnífico en cuestiones visuales baje muchos enteros.

La animación es digna de la Disney. Luigi se mueve que da gusto por la casa, sin dar la sensación de ser un personaje artrítico, como comienza a ser habitual, por desgracia, en demasiados juegos... aunque su modo de mover las piernas resulte un tanto extraña... pero es Luigi (este gesto diferenciador en el modo de correr y saltar, puede verse perfectamente en Super Mario Advance 2: Super Mario World). Los enemigos, más de lo mismo. Mil y un movimientos nos deleitarán mientras nos dure Luigi’s Mansion. Lo más destacable, dentro de este apartado, es el de la plasticidad de los objetos y personajes, que parecen dibujados en multitud de ocasiones y que cobran vida propia, gracias al uso de unas excelentes animaciones faciales.


Música

Con miedo en el cuerpo, a muchos les da por intentar desinhibirse de algún modo. El aterrorizado Luigi, tal vez para hacer más llevadera su solitaria misión, canta y silba casi sin parar. La verdad es que las melodías son muy graciosas y harán que el jugador esboce una sonrisa. La ambientación también está bastante lograda. Pero la falta de variedad termina cansando. Las músicas, en la mayoría de los casos, son muy similares y no aportan demasiada variedad. Son buenas, cierto, pero muy limitadas.



Sonido FX

En cuanto a los efectos de sonido, Luigi es una caja de sorpresas. Además de tararear las canciones, silbará y murmurará prácticamente sin descanso. Llamará en innumerables ocasiones a Mario (al pulsar el botón A) y le preguntará cosas, del tipo "¿Estás bien?", eso sí, en un perfecto inglés, pues el juego no está doblado, aunque si traducido. Y como un abuelo refunfuñón, Luigi no dejará de renegar en voz baja y de quejarse.

Sin estar a la altura de las voces de Luigi, los demás efectos son bastante decentes: unos muy buenos (como las puertas al abrirse) y otros más normalitos (como el tintineo de las monedas o el propio aspirador succionando). Eso sí, al igual que se puede interactuar absolutamente con todos los elementos de la decoración, cada uno de ellos produce un ruido propio.


Jugabilidad

Entramos en la cuestión clave. Lo que hace grandes a los juegos o los confina en el más absoluto de los olvidos: La jugabilidad. Luigi’s Mansion es un juego de EAD, lo que se nota en cuanto se toma el control. El personaje responde a la perfección en todo momento, por lo que el jugador se sentirá muy cómodo a los mandos y es realmente intuitivo. De todos modos, el hecho de que no podamos saltar se nos hace algo extraño y acostumbrarse a la inercia del hermano de Mario nos costará algo.

Con el Stick izquierdo manejarás los pasos de Luigi; mientras que con el derecho dirigirás el objeto que lleve en sus manos (linterna o aspiradora). El botón Y permite usar la GameBoy Horror y ver el plano de la casa; el Z nos da acceso a las opciones de la aspiradora y el X, sirve para buscar cosas o poner en marcha mecanismos. Pulsando B conectamos o desconectamos la linterna y con el A abriremos puertas y golpearemos los objetos... y bueno... Luigi exclamará un desternillante ¿¡Mario!? presa del miedo. Por último, con el botón R aspiraremos y con el L arrojaremos lo que haya en el interior de la Sucionaentes 3000. Y, por supuesto, Start pausa el juego.

En cuanto al sistema de juego, nos remitimos a lo explicado con anterioridad. Básicamente consiste en absorber todo ítem que veas en cada sala. Por supuesto, los fantasmas pululan por allí y debemos capturarlos para encerrarlos en cuadros que el Profesor guardará. Hay decenas de espíritus distintos. Vemos los típicos fantasmillas casi inofensivos y que para capturarlos no es necesario más que paciencia a la hora de "pescarlos". Pero no sólo estos seres habitan en la mansión. Los "Otros" son mucho más peligrosos: antiguos inquilinos de la casa a quienes vuestra presencia no les agradará en exceso. Y para derrotarlos habrá que descubrir su punto débil, además de usar las funciones secundarias de la aspiradora: lanzar fuego y agua, previamente recogida con la Sucionaentes 3000. Una vez vencidos, podremos acceder a nuevas salas en donde encontraremos más fantasmas.

Esto puede resultar increíblemente aburrido para muchos. La falta de variedad en el planteamiento del juego puede llegar a "quemar" a más de uno y decidir que el juego no merece la pena, que es un título mediocre. Sin embargo, para otros tantos, el resolver el misterio de cada habitación le fascinará y le absorberá, y opinarán que Luigi’s Mansión es un juego muy divertido.


Duración

¿Esto es todo?

Eso te dirás cuando en unas 7 u 8 horas completes el juego (si te fijas mucho en cada detalle y juegas muy pausado, puede llegar a las 10). Luigi’s Mansion se hace extremadamente corto. Prácticamente todo es juego, sin recurrir apenas escenas cinemáticas, pero sigue dando la sensación de que has jugado poco. Quienes vean Luigi como un juego aburrido, tampoco les molestará demasiado su duración, pero para aquellos que lo estuviesen saboreando, les sentará realmente mal que concluya.

Y es que no ofrece casi nada para rejugarlo. Una vez descubres como atrapar los espíritus se limita a ser un paseo mecánico. Como máximo da para jugarlo otra vez y probar las nuevas prestaciones de la aspiradora, ver la mansión oculta que no aporta nada nuevo y capturar a 50 boos escondidos), pero apenas es reto suficiente como para alargar su vida. Luigi quedará en el fondo de un cajón a los pocos días de haberlo comprado.




Bueno acá les dejo unos videos...


1° Video - Intro




2° Video - Compilado




3° Video - Final










1 comentarios:

Anónimo dijo...

hooooooooooooooolaaa