Zelda - The Majora's Mask

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Consola: Nintendo 64


Introducción

Sin el gurú Miyamoto en las filas, Nintendo se ha inventado un sistema de juego que aviva aun más los personajes secundarios. Si recordamos, anteriormente todos tenían un bucle preestablecido, no cambiaban de facetas, estuvieras donde estuvieras, y hubiera pasado el tiempo que sea. En MM, junto con el mayor protagonismo que reciben las máscaras, este es el cambio más significativo. Los aldeanos de la torre del reloj se desenvuelven una tasca distinta dependiendo de a que hora lo encontremos, y solamente podrás hacerte con alguno de sus regalos estando en el instante preciso y en el lugar idóneo. Cuando uno de ellos tenga apuros, estará todo destinado a la misma hora, por lo que el atractivo de aprenderte sus movimientos y seguirles de vez en cuando para averiguar cual será su movimiento dilata la vida del cartucho. Para ayudarnos en tan ardua tarea y que muchas veces es imprescindible para conseguir determinados objetivos, unos niños del pueblo nos obsequiarán con un diario, donde apuntaremos lo que algunos personajes nos dicen o nos dan para que no se nos olvide y lo tengamos mejor ordenado.

Por suerte, aquellos que veáis el auténtico sabor de la saga en sus mazmorras, laberintos y puzzles no os llevará ningún desengaño. Hay menos que antes, pero su encanto, trabas y hasta localizaciones superan a momentos lo que ya vimos en las fabulosas construcciones de Ocarina. La acción a efectuar dentro de ellas seguirá basándose en eliminar a los enemigos de un área, tocar la Ocarina y buscar plataformas donde aparentemente no las hay... o hasta inventarlas. La elegancia de todas las posibilidades que envuelven el cartucho es capaz de engancharnos al televisor buscando una salida lógica a ese problema, sin tener que recurrir a elementos que no pintan nada. El uso de la materia gris, se basará fundamentalmente en admirar el entorno, y encontrar la manera exacta a definir el inconveniente.

Las máscaras, un mini-juego de su antecesor, son ahora el "modus operandi" del cartucho. Principalmente por el objetivo final; el antifaz del Skull Kid Majora, pero sobretodo porque a parte de ir descubriendo nuevas melodías para tu preciada ocarina, conseguir todas las caretas forman el objetivo esencial para terminar de encajar piezas.

Skull: está es la primera que consigues, o más bien con la que eres maldecido. SkullKid no tiene otra idea que convertirte en un sucedáneo de árbol deku con gorro de bufón ecológico. La verdad es que convertido en un arbusto andante da bastante pena pero por lo menos Link consigue nuevas habilidades, como son la de saltar sobre el agua o volar aprovechando flores a modo de helicópteros improvisados.

Goron: te convertirá en un montón de piedra marrón, capaz de rodar a velocidades pasmosas sobre cualquier tipo de superficie y aumentarás tu poder físico. Con esta forma de roca, podrás levantar grandes pesos y destrozar todo tipo de obstáculos que se interpongan en tu camino. Un aviso, la carrera Goron sería la envidia de cualquier juego de conducción.

Zora: para nosotros, la mejor. Estiliza y agranda el pueril cuerpo de Link, le añade escamas y membranas interdactilares, le colorea de un tono azulado, y tienes un auténtico artista bajo el agua. Las botas de Metal y el traje azul dejan paso a un guerrero nato, con dos "boomerangs" en el antebrazo que funcionan a las mil maravillas en los momentos más peliagudos. Su manera de desenvolverse en el agua a gran festinación, le confirman como uno de las mutaciones más logradas.

Concluyendo, en la segunda entrega de Zelda para Nintendo 64 reconoceremos un amplísimo elenco de items y armas que ya vimos anteriormente; la lente de la verdad, un escudo burlón reflexivo, las flechas de los 3 elementos y, como no, nuestro gancho encadenado. Preparaos, para vivir un montón de subjuegos y desvíos en el hilo argumental, para presenciar escenas conmovedoras y batallas encarnizadas. Link salvará el mundo del inevitable choque con la Luna, esperemos...




Gráficos

El engine gráfico es el mismo que se usó en Ocarina of Time. Sin embargo a las excelencias del mismo se le han añadido algunas características que hacen de este el cartucho más vistoso (sino el que más) de los aparecidos para Nintendo 64.Además, para esta nueva entrega de las aventuras de Link se hace totalmente indispensable tener el Expansion PAck de 4 MB con el que podremos disfrutar de unas texturas impresionantes. SIn embargo, estos 4 megas extras de memoria parece que han servido más bien para la finalidad de mostrar un mayor número de personajes poligonales en pantalla. Podremos luchar de esta manera con 3 o 4 personajes de gran detalle a la vez sin que la velocidad del juego se resienta ni un ápice. El resto sigue igual con leves mejoras. Efectos de luces, sombras increíbles, paisajes inabarcables, ni pizca de niebla por ninguna parte y una variedad exquisita de escenarios. Las animaciones cinemáticas no se quedan atrás y Nintendo vuelve a mostrar de lo que son capaces. La intro nos pone en situación de una forma magistral como solo los buenos directores saben hacer, un bosque neblinoso y tétrico hace presagiar lo que le espera a Link. Sin embargo también hay algunos aspectos negativos, que no llegan ha hacer palidecer la calidad que atesora el cartucho. Es la bajada de frames por segundo en determinadas ocasiones, son muy pocas y en ningún momento afectan la jugabilidad. Además algunas texturas tienen menor calidad o son un poco más borrosas que el resto.


Música

Es muy probable que te ponga la carne de gallina. Escuchar de nuevo la increible "overworld" es todo un placer que nos fue negado en Ocarina of Time y es que la melodía que tantas horas nos acompañó en Link to a Past no se olvida fácilmente ;D
Además las composiciones musicales son nuevamente interactivas, es decir, acompañan perfectamente la acción. Lo que ocurre en cada momento en pantalla viene reflejado perfectamente por un tipo de música. Cuando se te acerca un enemigo, cuando se hace lentamente de noche, o incluso unas melodías diferentes para cada uno de los días que van pasando en el pueblo. Así el primer día será una melodía alegre que nos invita a explorar los edificios y hablar con todos los personajes que nos vamos encontrando. Al segundo día sin embargo nos embarga una sensación de desazón que se ve acrecentada con el paso de las horas y con el chaparrón que se nos viene encima. Este desasosiego en la música alcanza su culmen el tercer día, con unas composiciones totalmente apocalípticas que no dejan de recordarnos que el final se acerca...
En definitiva unas melodías geniales por obra y gracia del no menos grande Koji Kondo quien desde siempre nos ha deleitado con bandas sonoras tan emblemáticas como la de Super Mario World.


Sonido FX

Sonidos más que correctos para Majora's. Nintendo nos tiene acostumbrados a cuidar en todos sus aspectos sus creaciones. En la nueva aventura de Zelda no habrá ni un solo momento en que no salga algún tipo de ruido por los altavoces del televisor. Si andamos por el campo escucharemos los típicos ruidos de animales como el cantar de los pájaros y se respirará tranquilidad (hasta que nos topemos con un enemigo claro). Entrechocar de armas, flechas, armas, pasos por diferentes superficies, el chapoteo en el agua, los gruñidos de los personajes con los que hablas, el ulular del viento helado en las montañas nevadas, el tenebroso sonido de los murciélagos al atacarte... todo, está todo perfectamente plasmado en el cartucho ayudando sobremanera a la integración en el juego y en la ambientación del mundo de Termina.


Jugabilidad

La jugabilidad siempre ha sido otro de los puntos fuerte de Nintendo y Zelda no se queda atrás en relación con el resto de maravillas de Miyamoto y compañía. Se ha respetado el método de apuntar con el botón "Z" y el sistema de ataque tan intuitivo y que tan buenos resultados ya diera en Ocarina of Time. Manejar a Link sigue siendo igual de fácil que en la anterior entrega, el salto sigue siendo automático (lo cual no deja de ser una ventaja aunque en un principio pueda parecer que merma nuestra libertad de movimientos), la libertad de exploración infinita y la curva de dificultad sencillamente perfecta. En este sentido si hay algo en lo que Majora's se diferencia con respecto a OOT es en la dificultad. A pesar de ser asequible a cualquier tipo de jugador los obstáculos que nos encontraremos serán más complicados y tendremos en ocasiones que echar mano en mayor medida a nuestra imaginación, eso si, todo dentro de una perfecta lógica. La interacción con los personajes también se ha aumentado hasta límites insospechados. El universo que ronda en torno a Link es ahora mas vasto e interrelacionado, nuestra sociabilidad con el resto de personajes es bastante más acusada y en un gran número de ocasiones totalmente determinante a la hora de obtener determinados objetos imprescindibles para continuar con la aventura, como pueden ser una máscara, un libro o "simplemente" unas pistas para saber que hacer a continuación.

Por otra parte se ha hablado mucho del sistema para salvar el juego en Majora's. Al final todo se reduce a volver atrás en el tiempo mediante la canción de mismo nombre o ha tocar los famosos dólmenes que encontraremos diseminados estratégicamente a lo largo del mundo de Termina. No es tan sencillo como eso ya que cuando volvamos atrás en el tiempo perderemos algunos objetos que hayamos recogido como rupias, bellotas, bombas o incluso llaves de mazmorras, por lo tanto tendremos que darnos prisa y pensar muy bien nuestros movimientos antes de decidir volver al primer día.


Conclusión

La simple idea de revivir todas las emociones que experimentamos dos años atrás, ya sirve de justificante para comprar Majora's. Las ganas de jugarlo de nuevo, con el objetivo de pasarte ese puzzle que se te resiste, el enemigo, o porque has recibido un flechazo de inspiración que te desate de tus escollos. Ver las escenas, hablar con todos los habitantes de Termina y entablar buenas relaciones con cualquier tendero o ser que pulule libre. La estética aun más catastrofista, con la tensión que produce jugar a contrarreloj, volver al pasado para conseguir llegar a tiempo al lugar que te has fijado, o simplemente, potenciar tu armamento, aumentan tus horas de impavidez delante la pantalla.

Inefable, grande y largo. Una epopeya digna de un genio, escrita a pluma y tinta con todo lo que un juego necesita para consagrarse. Si muchos caen en el error de afirmar que no encontramos ante un simple "refrito", deberían tan solo jugarlo 10 minutos, el tiempo suficiente como para quedarte prendado eternamente, la eternidad de Hyrule, y esperemos, que la eternidad de la imaginación de los genios desarrolladores de Nintendo. Nuestra 64 Bits aun respira.
Si hay algo que por lo que destaca Nintendo es por imprimir una fuerza especial a todos sus juegos, en mayor o menor medida pero todas las producciones de la compañía nipona se caracterizan por tener algo que el resto de juegos carece. Será su carisma, su jugabilidad, los maravillosos universos o la omnipresente presencia de un genio detrás de cada Mario, Metroid o Zelda. Majoras Mask no podía ser la excepción y a pesar de no tener directamente involucrado a Miyamoto el equipo de talentos de Nintendo han conseguido mantener lo que el resto de Zeldas se han empecinado en mostrarnos aventura tras aventura: lo maravilloso que puede llegar a ser un videojuego.

La nueva aventura de Link es una nueva demostración del poderío de Nintendo al que podemos perdonar ligeros fallos gráficos, algunas texturas menos brillantes que el resto, o ligeras reducciones en los frames por segundo. todo eso queda en un segundísimo plano tras deleitarnos con escenarios inabarcables con la vista, llenos de vida y en continuo movimiento. El manejo y la aventura son aún más importantes que todos estos detalles técnicos y este aspecto tampoco se quedaría cojo ni ,mucho menos. A pesar que en un principio nos pueda parecer poco el tener que terminarnos el juego en unos 50 minutos las cosas no son así ni mucho menos. Tendremos que volver una otra vez atrás en el tiempo, ya sea con la canción de la ocarina o mediante los monolitos con forma de búho que nos podemos encontrar por el camino. haremos cosas diferentes, ayudaremos a otros personajes, buscaremos por todos sitios esa máscara que tanto nos hace falta para entrar en determinados templos, participaremos en multitud de subjuegos cada cuál más ingenioso que el anterior y todo ello con una misión final, evitar que la amenazadora luna caiga sobre la tierra de Termina.

Desde luego Majora Mask es uno de los juegos definitivos para Nintendo 64 y el número uno si buscas aventuras con ligeros toques de RPG. Todo lo que buscas en un videojuego está aquí, condensado en un cartucho de apenas 32 megabytes con una fuerza y un carisma difícilmente inimitables, con una dificultad mayor que en su primera parte para N64, unos retos dosificados inteligentemente por el mapeado, un número de actividades a realizar sencillamente infinitas, una curva de dificultad deliciosa... es sencillamente algo genial tener la oportunidad de jugar a Majoras Mask y convertirse en una de las sensaciones más fuertes que tengas. Siempre.


Ahí les dejo unos videos...


1° Video - Intro







2° Video - Jefe Final y Fin del Juego






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